Un panel multisectorial analizó los retos del sistema de salud y nuevas rutas para capital privado durante la convención anual de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico
SAN JUAN, Puerto Rico – El financiamiento para los hospitales en Puerto Rico enfrenta retos crecientes ante una estructura operativa cada vez más compleja, marcada por el alza sostenida en costos, cambios demográficos y desafíos regulatorios. Representantes de la banca y del capital privado coincidieron en que el acceso a nuevas fuentes de inversión será clave para garantizar la estabilidad del sistema, y subrayaron la importancia de fortalecer las relaciones con aseguradoras, optimizar la gestión institucional y adoptar modelos financieros más flexibles y sostenibles.
Durante la Convención Anual 2025 de la Asociación de Hospitales de Puerto Rico, un grupo de expertos financieros abordó los cambios estructurales que enfrenta el sector y propuso alternativas para repensar el financiamiento hospitalario desde una perspectiva integrada. Participaron Michael McDonald (FirstBank), Jorge A. Aldarondo Pérez (Banco Popular), Hugo Vázquez (Oriental Bank), Rodolfo “Rody” Sánchez Colberg (Parliament Capital Management) y Raúl H. Cacho (Sygnus Capital Puerto Rico LLC), bajo la moderación de Zoimé Álvarez Rubio, presidenta ejecutiva de la Asociación de Bancos de Puerto Rico.
Un modelo que exige adaptarse
Jorge A. Aldarondo Pérez destacó tres retos fundamentales que afectan la estructura financiera de los hospitales: el incremento continuo en los costos de medicamentos, los gastos operacionales asociados al personal y los insumos, y la importancia de las negociaciones con aseguradoras para asegurar un modelo de ingresos que permita cubrir la base de costos.
“Cada hospital tiene una realidad distinta, pero hay elementos comunes que influyen directamente en su viabilidad: la estructura de costos, la disponibilidad de recursos médicos, y la capacidad de alinear sus acuerdos con las aseguradoras a esa realidad operativa”, señaló.
Hugo Vázquez agregó que el impacto demográfico también debe ser considerado como un factor financiero. “La población de Puerto Rico está envejeciendo, y eso altera el perfil de los servicios que se demandan. Es más costoso atender adultos mayores, mientras que los nacimientos van en descenso. Ese cambio obliga a ajustar modelos de operación y planificación”, afirmó.
Además, advirtió sobre la reducción en la disponibilidad de especialistas, muchos de ellos en edad de retiro antes del 2030, sin suficientes profesionales jóvenes para sustituirlos.
Banca: disciplina y estrategia
Desde la perspectiva bancaria, Michael McDonald subrayó que las instituciones de salud que buscan financiamiento deben contar con un plan estratégico robusto, basado en indicadores de desempeño, control de costos y alineación entre visión institucional y realidad operacional.
“Este sector es uno de los más importantes dentro de nuestra cartera, pero requiere un manejo disciplinado. El capital está disponible, pero hay que justificar su uso con planificación clara, metas alcanzables y una estructura de gestión eficiente”, puntualizó.
Añadió que los hospitales deben priorizar cuatro pilares para lograr estabilidad: infraestructura física adecuada, tecnología médica moderna, equipos de trabajo eficientes y una facultad médica comprometida. “No basta con tener tres de cuatro. Todos son esenciales”.
Crédito privado: una alternativa viable
Rodolfo “Rody” Sánchez Colberg y Raúl H. Cacho ofrecieron una mirada desde el capital privado. Ambos coincidieron en que el ecosistema de alternative lenders ha madurado lo suficiente como para participar en financiamiento de instituciones hospitalarias, incluso en escenarios de reestructuración.
“Estamos viendo oportunidades para apoyar proyectos que antes eran considerados demasiado riesgosos, siempre que haya una visión clara, liderazgo médico comprometido y un plan operacional bien definido”, señaló Cacho.
Ambos compartieron su experiencia financiando la adquisición de un hospital en San Juan, aún en proceso de quiebra, donde el respaldo de un grupo médico con capital propio, un plan estratégico creíble y una estrategia de recuperación sólida fueron elementos determinantes.
“Muchas veces, levantar capital externo o permitir cierta dilución puede ser el paso necesario para salvar una institución y reposicionarla para el futuro”, afirmó Sánchez Colberg. “Hay que perder el miedo a abrirse al capital si eso significa sostenibilidad”.
La relación con aseguradoras: clave en la ecuación
Aunque el enfoque del panel giró en torno al acceso a financiamiento, varios ponentes coincidieron en que la relación entre hospitales y aseguradoras es una pieza central del ecosistema.
“La negociación con las aseguradoras tiene un peso significativo en la estabilidad financiera de los hospitales”, indicó Aldarondo Pérez. “Se trata de asegurar acuerdos que permitan cubrir los costos reales del servicio médico, sin comprometer la calidad ni la continuidad operativa”.
El mensaje fue claro: la colaboración entre aseguradoras, hospitales, inversionistas y entidades financieras será indispensable para rediseñar un sistema más resiliente, enfocado en resultados, con estructuras claras de evaluación y sostenibilidad.
Visión a largo plazo
Los panelistas coincidieron en que el proceso de consolidación en el sector hospitalario continuará. En este nuevo entorno, solo las instituciones con visión estratégica, eficiencia operativa y apertura a nuevos modelos de financiamiento lograrán sostenerse.
“Hay operadores fuertes y otros que enfrentan retos mayores”, dijo Cacho. “Ese contraste va a seguir generando reorganizaciones y movimientos en el mercado. Y donde hay visión, siempre hay capital dispuesto a entrar”.
La conclusión: no basta con reaccionar. El sector debe anticiparse, adaptarse y profesionalizar sus procesos para mantenerse a flote en un sistema en transformación.




















