San Juan – La campaña navideña deUniversal Group para combatir los estereotipos, trascendió en un proyecto comunitario de la mano de la Fundación Luis Miranda Casañas (FLMC), para ayudar a mejorar la calidad de vida de los adultos mayores en la isla.
La iniciativa fue bautizada como “Una manita por Puerto Rico”, y el propósito es identificar residencias de adultos mayores que necesiten ser pintadas, para en conjunto con personal de la FLMC y voluntarios remozarles las casas.
El proyecto fue ideado de manera que los residentes de las casas se lleven la sorpresa al verlas totalmente pintadas.
La logística incluye, llevarse a la familia “compartir personalizado fuera de la casa”, mientras un grupo de voluntario pinta la casa. El objetivo es que cuando el adulto mayor regrese a su hogar ya la casa esté pintada y no vea quienes fueron los voluntarios que arreglaron su casa.
“Para Universal Group, este anuncio fue más allá de llevar un mensaje, si no que se transformó en acción comunitaria a través de nuestra Fundación Luis Miranda Casañas y ya pintamos la primera casa en el municipio de Dorado”, informó Josely Vega Maldonado, Presidenta y CEO de Universal Group.
“Como equipo decidimos entonces que además de un comercial, queríamos crear un proyecto de inspiración, que uniera a las familias, a la comunidad en general, y que, a su vez, visibilizara los retos que enfrentan muchos de nuestros adultos mayores. No queríamos quedarnos en la retórica de un mensaje positivo, sino en establecer una plataforma que nos invitara a movernos y servir”, destacó, por su parte, José Gabriel Morales, director ejecutivo de la FLMC.
Para Morales, el empoderamiento como sociedad para contribuir en el cambio que se desea es clave.
“Creemos que como parte de nuestro compromiso social debemos motivar a las personas a ser los protagonistas del cambio que queremos ver. Es por esto que, reconocemos, que el cambio social que soñamos podemos comenzar a ponerlo en práctica en casa, con mis vecinos y dentro de mi comunidad”, agregó Morales.
La primera casa remozada fue la de la familia Pérez, del barrio Mameyal de Dorado.
“Mi esposo y yo viviremos el resto de nuestras vidas valorando su trabajo. Tengo mi casa preciosa, muchas gracias”, fue la reacción de Abigail Pérez tras ser sorprendida con su casa remozada por el primer grupo de voluntarios.
Como parte del esfuerzo, ya se han identificado otras residencias de ancianos y los interesados en participar como voluntarios, puede inscribirse en el siguiente enlace: https://unamanitaporpr.com/