Los aranceles de Trump a los autos importados tendrán un impacto doloroso y diverso en la Isla
Por Antonio Gómez
Especial para Seguros y Finanzas
SAN JUAN, Puerto Rico – Los aranceles de hasta un 25% que impuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a los vehículos que se produzcan fuera de ese país tendrán un gran impacto en Puerto Rico, afectando al sector de seguros, el negocio de venta de autos y piezas, y particularmente al consumidor local, que será finalmente el más afectado.
“De inmediato, el propuesto arancel va necesariamente a tener un impacto en el precio del seguro, porque el valor del auto es uno de los factores de peso al momento de determinar la prima a cobrar”, sostuvo Luis G. Pantojas, principal oficial de Mercadeo de Universal Group Inc.
“Por otro lado, también hay que tomar en cuenta que el gasto de ajuste de las reclamaciones también va a aumentar ante el alza en el costo de las piezas importadas por parte de los fabricantes”, indicó en declaraciones para Seguros y Finanzas.
“Esta medida impactará la accesibilidad de los vehículos para los consumidores puertorriqueños, elevando de manera sustancial los precios y afectando la estabilidad del sector”, advirtió por su parte José Ordeix Llabaly, presidente del Grupo Unido de Importadores de Automóviles de Puerto Rico (GUIA).
“En Puerto Rico, esta medida generará un alza de costos que, sumada al sistema de arbitrios local —uno de los más onerosos del territorio norteamericano—, encarecerá aún más los automóviles para nuestros ciudadanos”, agregó, también en declaraciones para Seguros y Finanzas.
Pantojas recordó que “hay un gran sector de los consumidores que tiene una preferencia por el auto importado, y no sabemos si esa preferencia va a cambiar de inmediato”.
Recomendó a los consumidores mantenerse informados “porque esto es un asunto que cambia todos los días y que, en las próximas semanas, es que vamos a saber cuál va a ser el arancel final y qué impacto va a tener para el consumidor”.
Instó a aquellos que tenían proyectado cambiar su vehículo a estar muy pendientes, ya que “podría darse el caso de que, si el consumidor percibe que, en efecto, el arancel va a encarecer el auto de su preferencia, se produzca una escasez de los vehículos importados que gozan de la preferencia del consumidor puertorriqueño, ello ante la fuerte demanda que estos pueden tener previo a la efectividad de estos”.
Ordeix Llabaly resaltó, además, que el encarecimiento de piezas y componentes esenciales que ello producirá afectará la operación de distribuidores y concesionarios, alterando la dinámica del mercado.
“Esto, sin duda, representa un reto para una industria clave en la economía de la isla, la cual genera más de $10,967 millones en actividad económica directa, indirecta e inducida, y 36,146 empleos directos, indirectos e inducidos”, señaló.
“Puerto Rico enfrenta una realidad única dentro de la jurisdicción estadounidense debido a su sistema contributivo actual, lo que amplifica los efectos de este arancel. Es un momento crucial para que tanto el sector público como el privado trabajemos en conjunto en soluciones que mitiguen este impacto, garantizando que el consumidor no sea el mayor perjudicado”, afirmó el presidente de GUIA.
“Instamos a una revisión integral de estas políticas para asegurar que las decisiones tomadas fomenten un entorno económico sostenible para la industria automotriz y los consumidores”.