Por Revista Seguros
SAN JUAN, Puerto Rico – La edición 2022 del Informe sobre la Facilidad para Hacer Negocios en Norteamérica, realizado por el Center for the Study of Economic Liberty de la Arizona State University, incluye a San Juan, la capital puertorriqueña, en su análisis. Esta inclusión es gracias a la colaboración entre el Instituto de Libertad Económica para Puerto Rico (ILE) y el mencionado centro.
El estudio evalúa el nivel de facilidad para emprender y operar negocios en 83 principales ciudades estadounidenses. Para ello, se basa en seis categorías: creación de empresas, contratación laboral, acceso a electricidad, pago de impuestos, uso de terrenos y resolución de insolvencia.
Entre las ciudades mejor posicionadas encontramos a Salt Lake City (84.86 puntos), Boise (83.87), Raleigh (83.22), Atlanta (82.37) y Charlotte (81.87). De las 83 ciudades analizadas, las primeras 18 obtuvieron calificaciones superiores a 80 puntos.
Desafortunadamente, San Juan se sitúa en el extremo opuesto, con una puntuación de 40.55. Las ciudades que le preceden son Los Ángeles (56.29), Nueva York (61.39), Newark (61.50) y Fresno (61.53).
El Dr. Ángel Carrión Tavárez, director de Investigación y Política Pública del ILE, destaca algunos datos que impactaron esta puntuación.
Por ejemplo, San Juan solo cuenta con un proveedor de energía eléctrica, mientras que algunas ciudades en Tejas y Utah tienen hasta 68. Además, los costos para tramitar escrituras de propiedades comerciales en San Juan son considerablemente más altos que en ciudades como Charlotte o Raleigh.
El Dr. Carrión Tavárez enfatiza la importancia de estos estudios, ya que las empresas los utilizan para decidir dónde invertir. Un ambiente propicio para los negocios atrae inversiones y fomenta el desarrollo socioeconómico. Específicamente, para las pequeñas y medianas empresas (pymes), un entorno amigable para hacer negocios es crucial, ya que tienen recursos limitados en comparación con las grandes corporaciones.
Jorge L. Rodríguez, fundador y presidente del ILE, opina que el reporte refleja los retos que enfrentan los empresarios puertorriqueños, desde el inicio hasta el sostenimiento de un negocio. Las políticas y regulaciones actuales en Puerto Rico dificultan el emprendimiento y desarrollo empresarial.