Panelistas discuten los desafíos de la vivienda asequible y cómo la colaboración puede transformar el futuro habitacional de la isla
En el foro El Estado de la Vivienda en Puerto Rico: Mitos, Realidades y Oportunidades de Vivienda Asequible, celebrado como parte del ICON Summit 2024, se delineó un panorama preocupante pero lleno de oportunidades para abordar la crisis habitacional. Expertos del sector inmobiliario, financiero y sin fines de lucro expusieron los retos y soluciones necesarias para revivir el mercado de vivienda.
Vanessa de Mari-Monserrate, moderadora y arquitecta de Interlink, destacó que la noción de vivienda asequible debe redefinirse. “En Puerto Rico existe una escasez de vivienda en todos los sectores”, afirmó.
Subrayó que el acceso a la vivienda no solo se limita a los de bajos ingresos, sino que afecta a jóvenes profesionales, adultos mayores y familias que buscan calidad de vida. “Los compradores ya no solo buscan una vivienda, sino un estilo de vida”, enfatizó, abogando por la creación de comunidades que ofrezcan amenidades atractivas.
Agustín Rojo, presidente de la Asociación de Constructores de Puerto Rico, arrojó luz sobre el impacto de la burocracia y los impuestos en el precio de las viviendas.
“El 30% del precio de una vivienda nueva en Puerto Rico corresponde a impuestos”, denunció, indicando que esta carga limita la posibilidad de ofrecer opciones asequibles. Además, criticó los largos tiempos de espera para obtener permisos, que pueden oscilar entre uno y tres años. “Necesitamos menos obstáculos del gobierno para desarrollar con eficiencia”, puntualizó.
Marcial Díaz, vicepresidente senior de la División de Construcción en Banco Popular, se centró en la alarmante insuficiencia de inventario.
“Estamos construyendo entre 600 y 800 unidades al año, muy por debajo de las 4,500 que se producían durante la recesión de 2011”, señaló. A pesar de que muchas familias tienen acceso a financiamiento, advirtió que “el problema no es la falta de crédito, sino la falta de inventario”. Los precios actuales de las propiedades, que comienzan en $300,000, superan la capacidad de compra de muchas familias.
Francis Pérez, gerente de investigación y análisis en Foundation for Puerto Rico, hizo un llamado a replantear la planificación urbana. “Debemos replantear cómo usamos nuestras tierras y fomentar comunidades caminables”, indicó.
Criticó la dependencia excesiva del automóvil y propuso fomentar desarrollos orientados al tránsito y de uso mixto para revitalizar los centros urbanos. La falta de opciones habitacionales para jóvenes profesionales se identificó como un factor que impulsa la migración hacia Estados Unidos, debilitando la economía local.

Propuestas de Solución
- Promover proyectos de uso mixto y orientados al tránsito, integrando áreas residenciales, comerciales e industriales para revitalizar los centros urbanos.
- Agilizar el proceso de permisos y reducir la carga impositiva sobre los desarrolladores para facilitar la creación de viviendas asequibles.
- Implementar proyectos piloto que sirvan como modelos replicables en otras áreas de la isla.
- Utilizar incentivos públicos, como la Ley 182, para atraer inversiones en el sector.
- Fomentar comunidades modernas que respondan a las necesidades de jóvenes profesionales y adultos mayores, contribuyendo a retener talento en la isla.
Los panelistas coincidieron en que resolver la crisis de vivienda en Puerto Rico requiere colaboración entre el sector público y privado. “Es un momento crucial para implementar soluciones estratégicas e innovadoras que permitan desarrollar comunidades sostenibles”, concluyeron. Sin estas medidas, advirtieron, será difícil mejorar la calidad de vida de los residentes y asegurar el crecimiento económico a largo plazo.