El «nearshoring» y las políticas arancelarias impulsadas por Estados Unidos están transformando las rutas comerciales de la isla, reduciendo la dependencia de Asia y fortaleciendo los lazos con América del Norte.
SAN JUAN, Puerto Rico – Puerto Rico ha experimentado un giro significativo en sus patrones de importación desde 2018, cuando comenzó la guerra comercial entre Estados Unidos y China.
Este conflicto, junto con la creciente tendencia del «nearshoring», está reconfigurando las rutas comerciales de la isla, favoreciendo a Estados Unidos y reduciendo la dependencia de Asia.
Según un reciente informe de Estudios Técnicos, Inc., la participación de Asia en las importaciones de Puerto Rico se ha desplomado. En 2019, el 15.1% de las importaciones de la isla provenían de Asia; para 2023, esa cifra cayó drásticamente al 8.5%.
«La guerra comercial y las políticas arancelarias de Estados Unidos han tenido un impacto directo en la diversificación de los flujos comerciales hacia Puerto Rico, disminuyendo significativamente la participación de Asia», señala el informe.
Mientras tanto, las importaciones desde Estados Unidos han crecido considerablemente, pasando de representar el 51.8% en 2015 al 56.9% en 2023. Este aumento es en gran parte resultado de las políticas arancelarias implementadas por la administración Trump en 2018, que impusieron un arancel del 25% a numerosos productos chinos. Estas medidas, que han sido reforzadas por la administración Biden, han llevado a las empresas a trasladar su producción a países más cercanos, en un esfuerzo conocido como «nearshoring».





El «nearshoring» ha ganado tracción en toda América Latina y el Caribe, con países como México y la República Dominicana emergiendo como beneficiarios clave. Según el informe de Estudios Técnicos, «México superó a China como el principal exportador a Estados Unidos en 2023, lo que refleja un cambio fundamental en las dinámicas comerciales de la región». Este cambio ha sido impulsado por factores como la creciente diferencia salarial entre México y China y las nuevas oportunidades comerciales derivadas de las políticas de Estados Unidos.
Para Puerto Rico, estos cambios presentan tanto oportunidades como desafíos. La isla se enfrenta ahora a una competencia cada vez mayor para atraer inversión extranjera, especialmente frente a países vecinos como la República Dominicana y Costa Rica, que se están posicionando estratégicamente para capitalizar el «nearshoring». El informe subraya que, aunque las importaciones de Estados Unidos han aumentado, «Puerto Rico debe adaptarse rápidamente a este nuevo entorno comercial, donde la competencia por atraer inversiones es feroz».
El impacto de estas políticas también se refleja en la diversificación de los socios comerciales de Puerto Rico. Si bien la participación de Asia ha disminuido, las importaciones desde América del Norte, incluyendo Canadá y México, han mostrado un ligero aumento. En 2023, las importaciones desde América del Norte representaron el 3.3% del total, frente al 2.3% en 2015. Este crecimiento, aunque modesto, es indicativo de una tendencia más amplia en la que Puerto Rico está fortaleciendo sus lazos comerciales con sus vecinos del norte.
En un contexto global cada vez más incierto, la reorientación de los flujos comerciales de Puerto Rico hacia América del Norte podría ser un factor clave para la estabilidad económica de la isla en los próximos años. «El desafío para Puerto Rico será mantenerse competitivo en un entorno comercial que se está redefiniendo rápidamente», concluye el informe de Estudios Técnicos.