Por Revista Seguros
Conversamos con Alexis Sánchez Géigel, presidente de la aseguradora Mapfre, sobre su visión de la industria de seguros y el futuro de la economía de Puerto Rico ante los cambios demográficos.
El ejecutivo nos habló sobre el rezago que experimenta la industria en términos de nuevos productos de seguros, y denunció que la credibilidad de Puerto Rico como destino para los reaseguradores se está afectando porque no se ha encauzado un solo caso de fraude en seguros después del huracán María.
También destacó la necesidad de corregir los males sociales para atraer inversión y población.
¿Cómo cataloga a la industria de seguros de Puerto Rico, en el contexto de los productos y servicios de seguros que se ofrecen en el mercado internacional?
Entiendo que Puerto Rico se ha quedado rezagado en la oferta de productos disponibles a los consumidores. Por ejemplo, en Estados Unidos y en Europa, hay disponibilidad de tarifas de prima de autos basadas en el uso del vehículo y en el comportamiento de conducción del mismo. Este tipo de tarifación le adjudica mayor prima a aquellos asegurados que con mayor probabilidad van a tener accidentes, haciendo justicia a los consumidores que transitan poco y conducen adecuadamente.
En Puerto Rico no existe un sistema tarifario donde las compañías puedan variar tarifas según van cambiando los vehículos que se venden. Por ejemplo, hay vehículos que contienen lo que se denomina como ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), que reducen la eventualidad de un accidente y, por lo tanto, la prima del seguro de estos autos debe ser menor. Estos nuevos elementos en los vehículos no están siendo considerados en el sistema actual de tarifación de 18 años de antigüedad.
Hoy día hay elementos en la fabricación de los vehículos que aumentan el coste medio de los accidentes porque anteriormente el mismo accidente envolvía cinco piezas, las cuales se podían reparar. Sin embargo, ese mismo accidente al presente envuelve 40 piezas y todas tienen que ser reemplazadas.
Nuestro sistema actual no toma en cuenta muchos de los desarrollos que se han experimentado en la construcción de vehículos y tecnología, que nos permite ser más precisos en la adjudicación de las primas, atinando las mismas por utilización y comportamiento en la conducción.
¿Cree que el Código de Seguros necesita una reforma?
Entiendo que el Código de Seguros está bastante completo, pero el regulador carece de los recursos para reforzarlo y atemperarse a los tiempos. El Código de Seguro debe ser un elemento vivo que se desarrolla según la sociedad para atender sus necesidades cambiantes.
¿Qué enseñanzas les dejó el huracán María a la industria y a los consumidores?
El huracán María trajo muchas más pérdidas que cualquier huracán en la historia de Puerto Rico. Según las estadísticas, causó 30 veces más daños que los causados por el huracán Georges. Si se analiza detalladamente, lo peor que transcurrió fue que hubo compañías de seguro que quedaron insolventes y no pudieron atender los reclamos de sus asegurados.
Para ese año 2017, también fuimos amenazados por el huracán Irma. El mismo pudo haber causado más daños de los experimentados con María. Cuando este huracán pasó por las Islas Vírgenes Británicas, tenía vientos sostenidos de 180 mph, y ráfagas de sobre 200 mph.
Aunque María fue desastrosa para Puerto Rico, tuvimos suerte de no haber sido afectados también por Irma. Esto resalta la importancia de que las compañías estén bien reaseguradas y que el regulador esté pendiente de que esto ocurra. De no ser así, la historia se podría repetir. Para los consumidores, María fue una experiencia de aprendizaje sobre la marcha, pues muchos desconocían que no tenían la cubierta apropiada. Después de una experiencia así, el consumidor está más anuente a preguntar y actualizar su póliza de acuerdo con sus necesidades.
A pesar de la enorme inversión de fondos federales, las proyecciones auguran grandes retos para la economía. ¿Cómo vislumbra el futuro de la industria de seguros en la isla?
En los próximos años, la inversión de fondos federales se va a poder constatar en proyectos de construcción que activarán la economía, creando necesidad para asegurar dicha inversión. Esto significa que Puerto Rico estaría compitiendo con otros países en la obtención de capacidad de reaseguro. La industria del reaseguro es de entrada y salida fácil en los países, lo que crea la connotación de que Puerto Rico tiene que proveer un rendimiento adecuado para interesar al mercado reasegurador a invertir en la isla.
Como es de su conocimiento, recientemente se aprobó a nivel federal un proyecto de un trillón de dólares para restaurar la estructura en Estados Unidos. Hoy por hoy, el mercado de seguros de Estados Unidos ocupa el 31% del mercado mundial.
Estos nuevos proyectos en Estados Unidos van a necesitar asegurar las inversiones en el proceso de construcción y posteriormente, lo que significa que Puerto Rico estaría compitiendo para atraer ese capital de reaseguro que le permita al inversionista y al financiador conducir su inversión de manera segura.
Es muy importante que esto se tenga claro porque Puerto Rico debe tener un entorno que atraiga y no disuade el apoyo del reaseguro. Desgraciadamente, hay ciertos asuntos que no fueron atendidos después del huracán María, y están afectando la credibilidad de Puerto Rico como destino atractivo para adjudicar capacidad. Uno de estos es el hecho de que siendo María uno de los eventos catastróficos más grande en los Estados Unidos, todavía a este momento no se ha encauzado un solo caso de fraude por el sistema judicial.
De hecho, nos afecta significativamente porque en eventos catastróficos la pérdida mayor la acarrean los reaseguradores.
El otro hecho es que se instituyeron nuevas leyes que realmente no protegen al consumidor, sino que aventajan a entidades de peso -como ajustadores públicos y firmas de abogados- cuyo interés no necesariamente es en beneficio del consumidor, sino su propio pecunio.
En Puerto Rico existe una pugna entre los que favorecen un gobierno grande y con gran intervención en la economía y los respaldan menos reglamentación y un gobierno pequeño y menos costoso. ¿Cuál de esas opciones usted favorece y por qué?
La intervención del gobierno es necesaria para poder asegurarse que la empresa privada no corte esquinas y ponga en riesgo futuro el recobro de un asegurado. No creo que las compañías pueden auto regularse y, por ende, la intervención gubernamental es necesaria.
Por otra parte, lo que sí es obvio es que, si el regulador no tiene los recursos, debe asumir otra postura con relación a asuntos no catastróficos, permitiéndole a la industria que cree productos para cubrir las necesidades de una sociedad cambiante.
De igual modo que el regulador es responsable de proteger al asegurado cuando la compañía actúa de manera indebida, es también responsable de proteger la seguridad financiera del asegurado ante aquellos asegurados que comentan fraude y menoscaban los derechos de las personas honestas que reclaman y que, posterior a un evento catastrófico, esperan el alza mínima posible en sus primas.
¿Cuáles son sus prioridades como principal oficial ejecutivo de Mapfre?
Velar por el bienestar de nuestros asegurados, productores, empleados y accionistas, así como con la sociedad.
Es nuestro objetivo proveer soluciones a los consumidores que les permitan llevar a cabo su vida y su afán de manera segura.
Con nuestros distribuidores debemos tener el poder de ofrecerles una gama amplia de productos y servicios, y responderles con prontitud y certeza.
A nuestros empleados, que son el alma y motor de la compañía, queremos brindarles un ambiente seguro y de progreso para que se desarrollen profesionalmente por sus méritos.
Para nuestros accionistas, queremos poder brindarles un retorno de inversión adecuado, teniendo presente los peligros catastróficos en Puerto Rico de huracanes y terremotos.
Con la sociedad queremos ser un buen ciudadano corporativo, prestando ayuda a los más necesitados y sirviendo de catalítico para mejorar nuestra sociedad. Como ejemplo de esto es que, para este año, la Fundación Mapfre ha aportado cerca de $9MM a diferentes obras benéficas de Puerto Rico. Como puertorriqueño, esto me enorgullece y demuestra que es posible ser exitoso empresarialmente y, a la vez, sin enajenarnos y atendiendo a los más vulnerables.
El compromiso de Mapfre con la sociedad no solamente envuelve la ayuda a instituciones benéficas, sino también promulgar la sostenibilidad, teniendo presente los factores asociados, como el compromiso con la protección del medioambiente, la equidad social con nuestros empleados y terceros, y la gobernanza en nuestra transparencia operativa, manejando la empresa de manera íntegra.
¿Cómo puede adaptarse la industria de seguros al cambio demográfico que está ocurriendo en Puerto Rico y que se manifiesta en un aumento de la población de más de 60 años, una baja tasa de natalidad y una emigración constante?
La industria del seguro se ha ido adaptando en los últimos 15 años, cuando Puerto Rico ha experimentado una fuga de casi 600,000 personas.
Como todo negocio, reinventarse es necesario para poder continuar operando.
En Mapfre tratamos de proyectar en nuestra planificación estratégica los posibles cambios económicos. Así lo hicimos cuando vendimos los bonos del gobierno de Puerto Rico mucho antes de que los mismos sufrieran una devaluación permanente.
El Puerto Rico de mañana presenta no solamente una población envejecida, sino también una falta de motor económico para repoblar lo perdido. Ahora más que nunca los puertorriqueños están más preparados para moverse al mercado laboral de Estados Unidos.
Esto representa un reto para Puerto Rico porque la migración no es solo por falta de empleo, sino por la búsqueda de una mejor educación, seguridad y calidad de vida. Tenemos que buscar la manera de corregir nuestros males sociales para así atraer inversión y población.
¿Qué opina sobre el Proyecto 670 aprobado en la Legislatura y la carta normativa emitida por el ex Comisionado de Seguros, Mariano Mier Romeu, para restituir la póliza Full Value?
Opino que el Proyecto 670 va contra los mejores intereses de los residentes de condominios. En artículos pasados, hemos detallado todas las desventajas que se abrigan bajo esa modalidad. Es claro que si una persona no quiere ceder sus derechos, debería asegurar sus bienes privativos de manera individual.