Por Teresita Santiago Lebrón
En el mundo interconectado actual, la capacidad de transferir dinero de manera fluida y segura a través de las fronteras es una necesidad para millones de personas. Sin embargo, los residentes de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Americanas enfrentan obstáculos debido a acciones discriminatorias perpetradas por MoneyGram International, Inc.
Recientemente, al intentar registrarme en MoneyGram para realizar transferencias de dinero de manera más conveniente y segura, me encontré con un gran inconveniente: la ausencia de la opción para registrarse desde Puerto Rico.
Como ciudadana puertorriqueña, esta limitación me sorprendió y frustró.
MoneyGram, empresa líder en transferencias de dinero a nivel mundial, ha implementado políticas que impiden a los residentes de Puerto Rico crear cuentas y transferir dinero en línea.
A diferencia de otros estados y territorios, los puertorriqueños están excluidos de los servicios en línea de MoneyGram, lo que los obliga a realizar transferencias únicamente en ubicaciones físicas, limitando sus opciones y requiriendo más tiempo y esfuerzo.
La exclusión de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Americanas de los servicios en línea de MoneyGram no solo limita la conveniencia y accesibilidad para sus residentes, sino que también perpetúa la desigualdad económica y restringe su acceso financiero. Al negarles la posibilidad de utilizar servicios en línea, MoneyGram les priva de la misma comodidad y facilidad de acceso disfrutada por los residentes de otras regiones.
Estas prácticas discriminatorias van más allá de simplemente causar incomodidad. Representan una barrera significativa para la inclusión financiera, creando disparidades adicionales en el acceso a servicios esenciales.
Además, cuestionan directamente los fundamentos del libre mercado, que se basan en la igualdad de oportunidades y la competencia justa para todos los participantes.
En este contexto, es crucial que el gobierno de Puerto Rico adopte medidas firmes para abordar esta discriminación. Los organismos reguladores deben realizar investigaciones exhaustivas sobre estas prácticas discriminatorias y proporcionar a los ciudadanos información transparente sobre cualquier justificación detrás de esta decisión.
Además, es fundamental promulgar legislación que no solo prevenga futuros casos de discriminación, sino que también garantice un acceso equitativo y justo para todas las personas, sin importar su ubicación geográfica. Todos los individuos deben recibir los mismos derechos y oportunidades, sin importar dónde vivan, para tener una sociedad más inclusiva y justa.
Invito a todas las partes a aclarar esta decisión, rectificar de inmediato estas prácticas discriminatorias y garantizar que todos los residentes de Puerto Rico y las Islas Vírgenes Americanas tengan igual acceso a los servicios en línea. Es hora de cumplir con las obligaciones éticas y legales de tratar a todos los individuos de manera justa y equitativa, sin importar su localización.