Sin importar el tamaño del negocio, la planificación es esencial para una transición exitosa
San Juan, Puerto Rico – La sucesión empresarial es un proceso fundamental para garantizar la continuidad y estabilidad de cualquier negocio. No importa su tamaño o sector, toda empresa debe planificar con antelación la transición de liderazgo para evitar incertidumbre y posibles crisis operacionales. Una estrategia bien estructurada permite que el negocio siga funcionando sin interrupciones, manteniendo su rentabilidad, capital y legado.
Según el CPA Eduardo González-Green, colaborador del Colegio de Contadores Públicos Autorizados y miembro de la firma Aquino, De Córdova LLC, una de las principales barreras para la planificación de la sucesión en Puerto Rico es la falta de previsión de los dueños.
“Muchas veces, el fundador cree que su negocio y su presencia es eterno y no contempla su retiro. Hay un temor a hablar de sucesión porque se percibe como un tema de muerte, pero la realidad es que sin una estrategia clara, muy pocas empresas sobreviven a la segunda generación y menos a la tercera”, explicó.
Uno de los errores más comunes es asumir que un hijo o hija será el sucesor natural del negocio.
“El dueño suele pensar en sus hijos como herederos, pero al evaluar sus capacidades o el interés, puede darse cuenta de que no cumplen con lo que la empresa necesita”, señaló González-Green.
En estos casos, es recomendable identificar un gerente interno con experiencia o incluso considerar la contratación de un experto externo para dirigir la compañía.
La planificación de sucesión debe iniciar con al menos cinco años de anticipación. Durante este período, se debe identificar, preparar y capacitar al sucesor, incluyendo en ocasiones el apoyo de un coach para fortalecer su liderazgo y destrezas personales. Si el sucesor no es un familiar, es vital establecer un contrato con responsabilidades claras, una estructura salarial motivadora y un esquema de incentivos por objetivos alcanzados.
El plan de sucesión debe incluir, también, un plan B en caso de que el sucesor inicialmente identificado no pueda asumir el rol al momento de pasar el batón en la empresa.
Estrategias para una transición ordenada
La transición de una empresa puede realizarse de varias formas: a través de una venta, una donación o combinación.
“Si el heredero está preparado, se le puede donar o vender el negocio en vida. Sin embargo, este proceso tiene implicaciones contributivas que deben ser evaluadas con un CPA”, advirtió el experto.
Una opción utilizada en el mundo empresarial entre los accionistas o socios es la adquisición de pólizas de seguros de vida para la compra o redención en el caso de fallecimiento del dueño.
“Si un socio o dueño principal muere, la empresa puede ser beneficiaria de la póliza y usar esos fondos para comprar la participación de la familia, asegurando así la estabilidad del negocio y el bienestar de la familia del difunto”, indicó González-Green. Estas pólizas deben adquirirse con anticipación.
Además de los seguros de vida, los planes de retiro y esquemas de compensación diferida son herramientas que pueden utilizarse para una transición empresarial efectiva.
“Existen planes donde se depositan fondos a nombre del sucesor, pero estos solo pueden ser retirados luego de cumplir un período de servicio en la empresa. Esto fomenta la continuidad y estabilidad en la transición”, explicó González-Green.
Para financiar una sucesión, las empresas pueden recurrir a diferentes fuentes, como ahorros internos, pólizas de seguro, fondos de inversión o financiamiento bancario.
“En muchos casos, la empresa puede redimir las acciones del fundador usando estos mecanismos, asegurando una transición estructurada sin afectar su operación”, destacó el experto.
Importancia de los documentos legales en la sucesión
Los reglamentos internos, acuerdos operacionales y documentos corporativos juegan un papel clave en la planificación de la sucesión.
“Un testamento es privado, pero en una empresa los acuerdos operacionales pueden definir cómo se distribuyen las acciones y cómo se estructura la sucesión o la gerencia del negocio”, mencionó González-Green. En el caso de empresas tipo LLC, se puede definir que un heredero en particular tenga el control de la operación, mientras que otros reciban acciones sin derecho a voto y esto si afectar sus intereses o beneficios económicos.
Es fundamental que el testamento del fundador esté alineado con los documentos corporativos. “Si el testamento indica una cosa y los libros corporativos otra, puede generarse un conflicto legal que puede tardar años en resolverse”, advirtió el experto. Desde la reforma del Código Civil en 2020, hay mayor flexibilidad para estructurar herencias empresariales, lo que permite diseñar estrategias más personalizadas.
Casos de éxito y lecciones aprendidas
Existen numerosos ejemplos de empresas puertorriqueñas que han logrado una transición exitosa gracias a una planificación adecuada. Sin embargo, también hay casos donde la falta de preparación ha generado disputas familiares y la desaparición del negocio.
“Hemos visto empresas que terminan en litigios que duran años, lo que desgasta los lazos familiares y en muchos casos lleva al cierre de la empresa”, señaló González-Green.
El mensaje es claro: planificar con tiempo es clave para preservar el negocio, el capital y la armonía familiar.
“No podemos esperar hasta el último momento para establecer un plan de sucesión, porque cuando llega ese momento, puede ser demasiado tarde”, concluyó.