Washington (EFE) – El ala dura del Partido Republicano estadounidense reforzó este martes su ofensiva contra el proyecto de ley sobre el techo de la deuda alcanzado este fin de semana y cuya votación está prevista para el miércoles en la Cámara de Representantes.
«Quiero ser muy claro. Ningún republicano debería votar a favor de este acuerdo. Estamos trabajando duro para asegurarnos de que se frene», dijo en una conferencia de prensa el legislador conservador Chip Roy, uno de los que más ha elevado la voz contra el pacto.
Los miembros del Freedom Caucus, que forman parte de la vertiente más derechista republicana, convocaron a los medios para movilizar a sus filas contra esa normativa que busca evitar el impago de la deuda soberana antes del 5 de junio, fecha en la que el Departamento del Tesoro calcula que el país agotará sus reservas.
De aprobarse, el compromiso alcanzado elevará el techo de deuda para los próximos dos años, es decir, hasta después de las próximas elecciones presidenciales.
La propuesta mantiene el gasto no relacionado con la defensa en 2024 y lo aumenta solo el 1 % en 2025, y aunque los recortes no afectarán a programas de sanidad ni a la seguridad social, sí se verán perjudicados algunos programas sociales, como el de Asistencia Temporal para Familias Necesitadas.
«No tenía ni idea que iba a haber un plan tan efímero y pestilente como este. Voy a votar que no e insto a mis colegas a que voten no», añadió Andy Biggs, que la semana pasada presentó un proyecto de ley que abogaba por aprovechar fondos asignados que no se hayan gastado, como los de alivio para la covid, para retrasar la fecha del probable impago y poder seguir negociando.
La Cámara Baja, de mayoría conservadora, ya había dado su visto bueno el pasado 26 de abril a un proyecto de ley para subir el techo de deuda a cambio de amplios recortes del gasto público. «Negociar no significa ignorar completamente lo que habíamos aprobado», criticó también el congresista Ralph Norman.
La legisladora Lauren Boebert coincidió en que esa cámara hizo su trabajo y en que ni el presidente, Joe Biden, ni el Senado, bajo control demócrata, hicieron su parte.
«Si cada republicano votara de acuerdo a lo defendido en su campaña votaría mañana en contra de ese mal acuerdo», sostuvo.
El voto en la Cámara Baja depende primero de que su Comité de Reglas, que se reúne este martes, autorice que siga su trámite parlamentario. Está integrado por 4 legisladores demócratas y nueve republicanos, incluidos tres de los conservadores más acérrimos: Roy, Norman y Tom Massie.
«El acuerdo es un fracaso y por eso nos opondremos completamente y haremos todo lo que esté en nuestras manos para frenarlo», advirtió igualmente ante la prensa Scott Perry, presidente del Freedom Caucus.
En el bando demócrata, no obstante, algunos de sus integrantes también han mostrado con firmeza su oposición o reticencias al respecto.
Uno de ellos, Danny Davis, recalcó este martes que las próximas 24 horas «serán determinantes» y que él mismo votará en función de las aclaraciones que pueda conseguir en este tiempo: «Estoy preocupado por la satisfacción de las necesidades de la gente desfavorecida», añadió en otra conferencia de prensa.