Por Lcda. Iraelia Pernas
Directora Ejecutiva, ACODESE
Revista Seguros Edición Enero / Febrero de 2022
Si pensamos en nuestras propiedades, después de nuestra casa o apartamento, nuestra posesión de mayor valor es el auto. No solo es conveniente contar con un auto, sino que también este se ha convertido en algo esencial para transportarnos al trabajo, las escuelas y demás gestiones, en vista de que carecemos de un sistema efectivo de transportación pública. De modo que, cabe plantearnos cuán asegurado está ese artículo de “primera necesidad”.
En Puerto Rico se requiere que todo vehículo de motor esté cubierto por un seguro de responsabilidad pública para poder circular; este es el llamado “seguro obligatorio”. Indudablemente, ese fue un paso importante y de beneficio al consumidor, permitiendo que, tras un accidente, exista siempre cierta protección para reparar el vehículo.
Antes de ese requerimiento, se daba con frecuencia el caso de choques o accidentes con vehículos que carecían de seguro y el perjudicado no podía reparar su auto. Sin embargo, este seguro solamente cubre daños a la propiedad de terceros. Es decir, si usted causa un accidente, el seguro cubrirá hasta $4,500 en daños a la propiedad del otro conductor, pero no se incluyen sus lesiones corporales, ni gastos médicos, ni el daño que tenga su auto.
Por ello, es importante que el consumidor se oriente con un profesional de seguros de su selección para aclarar dudas y cerciorarse de que la inversión en su auto esté debidamente asegurada. Hay multiplicidad de opciones y el seguro idóneo dependerá del auto y de las circunstancias de su dueño.
En términos generales, las pólizas de seguro de auto en Puerto Rico siguen el estándar de cubrir $100,000 de lesiones corporales por un solo reclamante, pero no cubren más de $300,000 en total para todos los reclamantes. Una póliza básica de responsabilidad pública también cubrirá gastos médicos y, en general, es un seguro mucho más completo que el seguro obligatorio.
De otra parte, el seguro conocido como “Full Cover” cubre cualquier evento, ya sea con culpa o sin culpa, siempre y cuando se cubra el deducible que normalmente está en el rango de los $500. También suelen ofrecerse endosos adicionales como servicio de asistencia en carretera.
Al seleccionar un seguro, otro elemento a considerar es que el auto deprecia con el tiempo. Una vez el auto alcanza cierta cantidad de depreciación, puede ser que no sea costo efectivo adquirir una póliza “full cover”.
Por último, si va a comprar un auto nuevo o usado en un concesionario, o dealer, lo ideal es que el consumidor no adquiera la póliza a través del dealer, sino que consulte a su productor de seguros antes de colocar el la póliza.
De lo contrario, puede terminar con una póliza de “doble interés”, con prima mucho más alta, pues es por el término de financiamiento del auto y se cobran intereses por el balance del auto y por la prima del seguro.
Todo lo anterior subraya la necesidad de evaluar anualmente sus cubiertas de seguro y determinar, con la ayuda de un profesional, cuál es el mejor instrumento de seguro para sus autos.