Washington (EFE) – La tasa de inflación en Estados Unidos abandonó su racha bajista en diciembre y los precios subieron tres décimas interanualmente, un alza que sitúa al indicador al cierre de 2023 en el 3.4%, informó este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
En términos mensuales, los precios de consumo aumentaron tres décimas con respecto a noviembre, mientras que la inflación subyacente, dato clave que analiza la Reserva Federal (Fed) para sus decisiones sobre tipos de interés, bajó interanualmente una décima, hasta el 3.9%.
Los precios llevaban bajando en términos interanuales desde octubre, en un momento en el que la Fed observa de cerca los efectos en este indicador de las once subidas de tipos de interés que ha llevado a cabo desde marzo de 2022 para controlar los precios.
El dato es por tanto un revés para los objetivos de la Fed de devolver la inflación al 2%. Para lograrlo, el regulador estadounidense ha llevado a cabo desde marzo de 2022 once subidas de tipos hasta la horquilla actual del 5.25% al 5.5%, su máximo nivel desde 2001.
El índice de precios de la vivienda siguió aumentando en diciembre y contribuyó con más de la mitad al aumento mensual de los precios de todos los artículos. Subió cinco décimas con respecto a noviembre y acumula una subida interanual del 6.2%.
El índice de energía subió un 0.4% durante el mes, con aumentos en precio de la electricidad y la gasolina, aunque acumula una caída interanual del 2%.
El índice de alimentos, por su parte, aumentó un 0.2% en diciembre y, con respecto a un año antes, sube el 2.7%.
La inflación subyacente, el índice de todos los artículos menos los alimentos y la energía, los más volátiles, aumentó 3 décimas en diciembre. Sin embargo, este indicador bajó una décima con respecto a diciembre de 2022 y en términos interanuales lleva bajando desde marzo.
Poco después de conocerse el dato, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, restó importancia en un comunicado a la subida interanual de tres décimas, enfatizando que, aún así, el indicador cerró 2023 en el 3.4%, lo que supone casi dos tercios de su máximo del 9.1% en junio de 2022.
«A pesar de lo que muchos predecían hace un año, la inflación ha disminuido, mientras que el crecimiento económico y el mercado laboral se han mantenido fuertes», subrayó Biden.
El dato de la inflación es uno de los más relevantes para la Reserva Federal. En su última reunión del año celebrada los días 13 y 14 de diciembre, los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, en inglés) del regulador estadounidense, órgano encargado de decidir si se suben o no los tipos, optaron por mantenerlos
Aún así, el presidente del banco central estadounidense, Jerome Powell, advirtió que aunque puede que esta sea «la tasa máxima de este ciclo» o que se esté «cerca», todavía se seguirán analizando de cerca los datos económicos para decidir sobre política monetaria en cada reunión y que no se descarta totalmente que haya nuevas subidas.
El mercado laboral estadounidense es otro de los datos que analiza la Fed y, lejos de enfriarse, continúa manteniéndose sólido.
En diciembre, la creación neta de nuevos puestos de trabajo subió de nuevo en el último mes del año y se crearon 216,000 puestos, 43,000 más de los generados un mes antes y la tasa de desempleo se mantuvo en el 3.7%, una cifra que no parece indicar que el mercado laboral se haya resentido por las subidas de tipos.
La Fed realizará su próxima reunión el 30 y 31 de enero, cuando anunciará si mantiene o sube de nuevo los tipos. Bajadas no se esperan por el momento, según ha señalado tajantemente el regulador.