Sídney (Australia) (EFE) – El aumento de las temperaturas en más de cuatro grados centígrados debido a la crisis climática puede costar a Australia hasta $274,000 millones, según un estudio publicado este jueves.
El impacto directo del aumento de las temperaturas del planeta, si Australia y el resto de los países no adoptan medidas para mitigar el cambio climático, provocará una caída de entre el 0.2 y el 0.8% en la productividad en el país para el año 2063, reza el Informe Intergeneracional 2023, del Ministerio del Tesoro de Australia.
El documento también señala que la caída en la productividad por la crisis climática, especialmente en los sectores de los servicios, manifactura, construcción y agricultura, tendría un coste económico de al menos $87,500 millones.
En contraste, si se limita el incremento de las temperaturas a dos grados, Australia sumaría a su Producto Interior Bruto unos $100,400 millones, de acuerdo con el informe.
«Gestionar el cambio climático es un imperativo global ambiental y económico», dijo el ministro del Tesoro, Jim Chamlers, al presentar hoy ante el Club de la Prensa de Camberra este informe sobre riesgos y oportunidades, que le dedica un capítulo especial al cambio climático y la energía.
El informe, que también aborda el envejecimiento de la población, el desarrollo tecnológico, la inmigración y los riesgos geopolíticos, entre otros asuntos, pretende ser una hoja de ruta en materia de políticas económicas frente a las presiones que vivirá el país en las próximas cuatro décadas.
El gobierno del laborista Anthony Albanese, en el poder desde 2022, se comprometió a reducir las emisiones contaminantes de su país en un 43% para el 2030, en contraste con el 28% fijado por la administración conservadora anterior.
Además, el Ejecutivo de Australia, uno de los mayores contaminadores del planeta si se tienen en cuenta sus exportaciones de combustibles fósiles, busca alcanzar las emisiones neutras para el 2050 y convertirse en una potencia de energías renovables.
En marzo pasado, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) advirtió en un nuevo informe que si se mantienen las actuales emisiones el calentamiento global este siglo sería de 3.2 grados.
Bajo su óptica, este aumento es insostenible, e incluso con los actuales compromisos de reducción de emisiones, que los expertos piden aumentar, la subida media de las temperaturas sería de 2.8 grados.