SAN JUAN, Puerto Rico – El Huracán Beryl ha dejado una estela de devastación en varias islas del Caribe, incluyendo Jamaica, Barbados y San Vicente y las Granadinas. La tormenta ha destruido hogares, dañado embarcaciones y cobrado vidas, con un saldo actual de al menos 10 fallecidos, cifra que se espera aumente a medida que se restablecen las comunicaciones en las islas afectadas.
En Jamaica, el impacto ha sido especialmente severo, con numerosos informes de techos arrancados de las casas. Una mujer perdió la vida en la parroquia de Hanover después de que un árbol cayera sobre su hogar. La catástrofe ha obligado a muchos jamaiquinos a buscar refugio ante los implacables vientos y las inundaciones.
En las islas de Mayreau y Union Island en San Vicente y las Granadinas, se estima que el 95% de los hogares han sido dañados o destruidos. Los meteorólogos de AccuWeather advirtieron que Beryl podría traer «inundaciones significativas, inundaciones costeras y daños por viento» a Jamaica y otras áreas afectadas.
Además de la muerte en Jamaica, otras nueve personas han fallecido en las islas que Beryl golpeó antes de llegar a Jamaica: tres en Venezuela, tres en Granada y tres en San Vicente y las Granadinas. El Primer Ministro de Granada describió las condiciones como «apocalípticas» con una destrucción generalizada tras el paso de Beryl.
Beryl se debilita pero amenaza a EEUU
Según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos, con sede en Miami, Beryl se ha debilitado a categoría 3, pero sigue siendo un huracán mayor mientras se mueve por el suroeste de la isla Gran Caimán en su camino hacia la península mexicana de Yucatán. Se esperan vientos y olas destructivas en la región.
Aunque el NHC no incluye por ahora a Estados Unidos en la ruta del huracán, meteorólogos señalan que podría llegar a las costas de Texas, en la frontera con México, después de un posible nuevo fortalecimiento en las aguas cálidas del Golfo de México. El ojo de Beryl ha llegado cerca de la isla Gran Caimán, tras causar destrozos en Jamaica y en las islas de Barlovento, a las que llegó con categoría 5 a comienzos de la semana.
El huracán se mantiene potente con vientos máximos sostenidos de 195 kilómetros por hora y se encuentra a 80 kilómetros al sur suroeste de Gran Caimán y a 620 kilómetros al este-sureste de Tulum, México. Las alertas de huracán incluyen la costa de la península de Yucatán, Cozumel, de Chetumal a Costa Maya, y desde Cancún hasta Cabo Catoche. También hay alertas de tormenta tropical para la costa de Belice.
Beryl, el sistema más temprano en la temporada de huracanes de categoría 4 registrado en la historia, se mueve a una velocidad de 31 kilómetros por hora en dirección oeste-noroeste. Se espera un debilitamiento adicional en los próximos días, aunque se pronostica que Beryl seguirá siendo un huracán hasta que toque tierra en la península de Yucatán.
La temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el 1 de junio, ha visto hasta ahora tres tormentas con nombre: Alberto, Beryl y Chris. La NOAA pronostica una temporada muy activa, con hasta 13 huracanes, de los cuales hasta siete podrían ser de categoría mayor. Se espera la formación de entre 17 y 25 tormentas en total.
Dada la destrucción generalizada causada por el Huracán Beryl en el Caribe, se espera que las aseguradoras enfrenten pérdidas considerables. Aún no se conoce el alcance total de los daños asegurados, pero se anticipa que será un evento de gran envergadura para la industria de seguros.
Las aseguradoras están preparándose para un aumento en las reclamaciones y una posible presión sobre sus reservas financieras. Este tipo de eventos subraya la importancia de la planificación y preparación adecuada para desastres naturales en la región, tanto para los ciudadanos como para las empresas de seguros.
La devastación causada por Beryl servirá como un recordatorio de la vulnerabilidad del Caribe ante huracanes intensos y la necesidad de soluciones de seguros robustas y resilientes. La comunidad aseguradora seguirá monitoreando de cerca la situación para responder de manera efectiva a las necesidades de sus clientes y mitigar el impacto financiero de este desastre natural.
En resumen, aunque aún se está determinando la magnitud total de las víctimas, el Huracán Beryl ya ha cobrado al menos 10 vidas en la región caribeña afectada hasta ahora.