Entrevista: José Maldonado
Texto: Ivelisse Rivera Quiñones
San Juan, Puerto Rico – Cada día las empresas, sin importar su tamaño, son más conscientes de la importancia de establecer estrategias de ESG (las siglas en inglés de medioambientales, sociales y de gobernanza) como parte de su compromiso social, pero también porque reconocen que el concepto las coloca en una posición de vanguardia y listas para enfrentar los cambios sociales y económicos que impactan a los negocios a diario.
Si las compañías no se acoplan a estos cambios, tarde o temprano sus operaciones se afectarán, por ejemplo, ante la incapacidad de atraer personal por no ofrecer condiciones de trabajo saludables como equidad e igualdad entre géneros, o quedar marcados en la historia como una corporación poco responsable con el ambiente.
“Las empresas toman la decisión de invertir en sostenibilidad porque ven que es algo que va a marcar su estrategia, su posicionamiento en el futuro”, explicó Jaime Romano, socio del área de Consultoría e Innovación de Kevane Grant Thornton en España.
Para la industria de seguros, el concepto ESG es casi inherente a sus operaciones por la naturaleza de su negocio.
“Es evidente que la industria de seguros tiene mucha influencia en los tres ejes de actuación en la sostenibilidad. La parte medioambiental es una parte que incide directamente en el negocio principal de las aseguradoras y reaseguradoras. Evidentemente no podemos ser ajenos, tenemos que ser conocedores de esas prácticas y cómo se están tratando muchas veces a los clientes de las compañías de seguros desde el punto de vista de que sean más sostenibles”, explicó Romano.
Esto es así porque, probablemente al igual que con la banca, podría haber una ‘discriminación’ con los productos, servicios y precios de productos de seguros para unos clientes que sean más sostenibles que otros.
Puerto Rico no es la excepción a ese movimiento general de adoptar estrategias ESG para atemperar las operaciones a la realidad de los tiempos que se viven. Según Romano, empresas puertorriqueñas de todos los tamaños han mostrado interés por establecer protocolos de medioambiente, social y gobernanza.
“Algunas tienen más interiorizado la parte de la ‘E’, o la parte de medioambiente, quizás porque es la que más desarrollada está a nivel internacional. Es la que tiene más adeptos o con la que más se asocia ahora mismo el concepto de sostenibilidad, pero para mí es muy importante la parte social. La parte social en Europa está arrancando, probablemente hablemos ya de una taxonomía social al final de este año 2023 y eso va a tener una repercusión importante porque estamos hablando de personas”, subrayó.
En cuanto al reclutamiento, Romano dijo que muchas empresas están alineándose con el concepto de trabajo remoto y la flexibilidad para que sus empleados puedan conciliar la vida profesional con la profesional.
“Desde la práctica de la empleabilidad me estoy encontrando cada vez más con compañías que me dicen que quieren trabajadores mucho más motivados, alineados, con mucha más flexibilidad, más capacidades, trabajo remoto. Hablan de la oportunidad de conciliar la vida familiar y la vida profesional”, dijo.
Las compañías que no adopten estos protocolos se exponen a quedar rezagadas.
“Creo que al final la sostenibilidad es una inversión, una inversión a futuro y como decimos tiene un costo que es el de no estar alineado con esas expectativas. Hay que pensar si quiero elegir tener una inversión ahora que puedo capitalizar, que puedo ir poco a poco escribiendo en función de lo que las mejores prácticas del mercado me van a mandar o tener que incurrir en un costo mucho más grande a futuro por no haber estado posicionado en su momento en este tipo de iniciativa”, manifestó.
¿Qué tipos de esfuerzo empresarial se requieren?
“El ESG se refiere a esfuerzos que tienen que ver con la empleabilidad, es decir, con los recursos internos de las compañías. Aquí podemos hablar de igualdad, de equiparación, de disminución de brecha salarial, de diversidad, de inclusión. Podemos hablar de distintos conceptos que hoy en día forman parte del funcionamiento, en términos de personas, de las compañías”, explicó el experto, quien estuvo de visita en Puerto Rico para discutir estos conceptos con los clientes de su firma.
La parte social del concepto ESG impacta a todos los componentes de la cadena, incluyendo clientes y proveedores. O sea, para las empresas es importante establecer protocolos ESG en su visión y misión, pero también que sus socios de negocios, es decir, clientes y proveedores, sean igual de responsables.
“Otra parte no menos importante es el conjunto de personas que tienen intereses en la compañía. Y aquí voy a mencionar dos grandes grupos que son los clientes y los proveedores. Todo el mundo entiende que esa gestión de cadena de valor con los proveedores es fundamental y que nosotros como compañía que tenemos en nuestra mentalidad un cromosoma de ESG vamos a pedir a nuestros proveedores que también sean sostenibles desde algún punto de vista, pero también nuestros clientes”, añadió.
En cuanto a gobernanza, Romano explicó que se refiere a la definición de estructuras de gobierno y de control en las compañías con la formación adecuada en temas de ESG. Dijo que, incluso, ya hay empresas que han creado puestos específicos para trabajar el tema de ESG.
“¿Qué quiere decir la parte de controles? Uno de los elementos que vigila siempre la sostenibilidad es la gestión de los riesgos. Riesgos hay muchos en muchos negocios cuantitativos y cualitativos. La gestión de esos riesgos se hace mediante la implementación de sistemas de control interno que van a marcar la gobernanza de las compañías. Sistemas que permitan identificar, minimizar, no eliminar porque los riesgos no se eliminan, se minimizan, pero necesitarás esos sistemas de control para ser sostenible en términos de gobernanza”.
El ejecutivo recomendó a las empresas interesadas a dar un paso adelante y establecer protocolos ESG que capaciten a “los altos niveles directivos para alinear expectativas”.