Estambul (EFE) – Un tribunal turco ha condenado a 18 años de cárcel al constructor de un edificio que se derrumbó durante el terremoto del 6 de febrero de 2023, matando a 34 personas, la primera sentencia dictada en los numerosos juicios abiertos tras la catástrofe, que dejó más de 53,000 muertos.
El tribunal consideró probado que, acorde a los informes periciales, las columnas del edificio derruido en la ciudad de Sanliurfa, en el sureste del país, tenían graves defectos materiales.
Consideró culpable al constructor, Müslüm Demirer, por incumplir las normas legales, admitiendo que otros tres responsables ya habían fallecido años antes.
La defensa rechazó la culpa del acusado, recordando que el propio hijo de Demirer había fallecido en el derrumbe del edifico.
Pero el tribunal únicamente admitió esta circunstancia como atenuante para rebajar la inicial pena de 21 años hasta los 18 años.
Se trata de la primera condena contra un acusado en los numerosos juicios que se abrieron tras los dos terremotos consecutivos, de 7.7 y 7.6 grados de magnitud, del 6 de febrero del año pasado.
Con un balance de 351 fallecidos, Sanliurfa es una de las regiones menos afectadas por el temblor, que dejó más de 53,000 muertos en once provincias de Turquía.
En mayo pasado, un tribunal había condenado a un constructor y un ingeniero técnico a 14 años de cárcel por la muerte de 30 personas en el terremoto que sacudió Esmirna en el año 2020.
En aquel temblor, de magnitud 6.8, solo 17 edificios colapsaron totalmente, mientras que el seísmo del año pasado, unas treinta veces más fuerte, derribó barrios y pueblos enteros en miles de kilómetros cuadrados y destruyó casi totalmente la ciudad de Antakya, donde murieron 24,000 personas.